jueves, 10 de julio de 2008

Transexualidad

Últimamente, en distintos medios de comunicación audiovisual, se dicen ciertas barbaridades genéticas sin que se observen respuestas por parte expertos en el tema. No se le concede importancia a comentar, de cualquier modo, cosas de las que la gente no sabe demasiado. Me estoy refiriendo a la noticia siguiente: tal hombre de origen transexual ha sido madre. Esto es una noticia errónea. Por más operaciones a las que se someta una persona, su sexo no cambia. Seguirá siendo, normalmente, macho o hembra con sus correspondientes dotaciones cromosómicas. Se dan, muy ocasionalmente, situaciones con número de cromosomas inadecuados que conducen a anomalías tipo Klinefelter, Turner, duplo Y o triple X. Pero, en cualquier caso, ninguna operación con fines transexuales conduce a la alteración de sexo del paciente. Lleva a un cambio de apariencia, más o menos estética, que puede hacer feliz o desgraciado al que lo disfruta o sufre. Pero, fijémonos en esto: esa mujer que acaba de ser madre, a pesar de mostrar cierto aspecto masculino, jamás ha sido hombre. Unos expertos endocrinólogos y unos hábiles cirujanos pueden, tras ciertos tratamientos y operaciones, modificar el aspecto sexual de una persona mucho más que unos vestidos carnavaleros. Pero es imposible que logren cambiar su sexo. En relación con este tema no estaría mal, creo yo, asociar esta maternidad a algo más conflictivo: esa madre fue sometida durante años a un tratamiento hormonal masculinizante y, ante la inexistencia de experiencias previas, ¿se puede garantizar que no afectará negativamente a su descendencia? ¿Los encargados de la fertilización se han comportado correctamente?

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