lunes, 25 de agosto de 2008

Asuntos varios

Si nos tomamos la licencia de estudiar los currículos de los dirigentes políticos españoles, y con especial interés de los gallegos, tenemos garantizada la seguridad de que algo apreciado por el electorado convencional se cumple: nadie ha sido empresario en algún momento de su vida. Parece que lo de ser emprendedor, generador de riqueza, empleo e innovador, son cualidades humanas que, para nuestra sorpresa, sólo caracterizan a los funcionarios. Haber sido asalariado de un ayuntamiento, de una prisión, del Inserso, de una facultad o instituto, de cualquier ministerio o consellería, por poner algunos ejemplos, supone el haber dispuesto de una experiencia formativa maravillosa. Tras haber desempeñado trabajos de este tipo se dispone de claras ideas sobre qué inversiones son rentables, no sólo en el momento en el que las obras previas generan empleo, sino de cara al futuro. Así, gracias a nuestros exfuncionarios, se llevan a cabo inversiones interesantísimas. Pensemos en algunas dignas de análisis.

Construcción fraguera de Gaiás. Sin duda será, en un futuro próximo, un motivo de visita a Santiago de tanta importancia como La Catedral y su entorno. ¿ Los ingresos superarán a los gastos ? Eso carece de importancia. En Sevilla o en Zaragoza, por ejemplo, se han hecho gastos enormes en expos, ¿para qué estudiar el resultado de los mismos?

El AVE a Galicia. Importante inversión de enorme magnitud. Mucho más urgente que solventar el problema del transporte de mercancías es el facilitar el desplazamiento de los gallegos que, como sabemos, habitamos en enormes ciudades de millones de personas. No vivimos dispersos y además disfrutamos de una orografía, tipo Terra Chá, que facilita y abarata la construcción. En un futuro próximo veremos cosas que ahora nos sorprenderían, pero que nuestros políticos exfuncionarios ya logran visualizar. Por ejemplo, ¿ es imaginable que un ciudadano lucense retroceda hasta a A Coruña para tomar el AVE con destino a Madrid ? Un ciudadano normal no se lo explica pero, afortunadamente, disponemos de Touriños, Quintanas y Fiejóos que nos transmiten, gracias a su privilegiada visión empresarial, los motivos por los que los gallegos seremos unos privilegiados al disponer de una infraestructura, de poco uso, pero de gran belleza. ¿Que el transporte actual y futuro de mercancías resulta muy caro? Eso en Galicia no tiene importancia porque, afortunadamente, disfruta de una posición geográfica muy competitiva, próxima a las zonas de producción y consumo europeas. ¿Para qué se va a invertir en la llegada del transporte de mercancias ferroviario a las instalaciones portuarias? Sigamos con el carísimo transporte camionero.
En tiempos, los empresarios propietarios de empresas ferroviarias realizaban inversiones con visión de futuro. Realizaban estudios, tan sencillos como necesarios, teniendo en cuenta los gastos de construcción y mantenimiento así como los ingresos derivados del uso esperado, según las circunstancias que ofrecía la zona escogida. Claro, en estos tiempos las cosas no son así: unos exfuncionarios con un modélico espíritu emprendedor deciden invertir dinero ajeno, dinero público. Personalmente, nada pueden perder. ¿Que han sustituido una obra necesaria por otra estética? No pasa nada, como mucho las pérdidas sólo serán, a largo plazo, de tipo político.
Imagínense que las inversiones ferroviarias fuesen empresariales como ocurría hace, más o menos, un siglo, ¿ son capaces de suponer la existencia de emprendedores, capaces de ver un futuro rentable en el AVE gallego? ¿Se imaginan a los bancos gastando en los túneles y viaductos de este medio de transporte? ¿Sería posible una nueva MZOV construyendo el AVE a Vigo y A Coruña?

En 1941 se creó RENFE nacionalizando y, prácticamente, unificando el ferrocarril de vía ancha. Esta empresa no contemplaba los deseos de inversión de nacionalidades y, en general, comunidades autónomas. Pretendía suministrar un servicio con auténtica demanda ciudadana. Hoy las cosas son distintas y las inversiones adquieren un carácter electoral. Así se explica que ZP, Touriño y sus compañías gubernamentales crean que el AVE es una obra con tanto carácter social y humanitario como la construcción de un hospital y que, por tanto, no precisa un análisis sobre su futuro económico.

Veamos las inversiones actuales en cuestiones energéticas. Resultan modélicas. Se subvenciona, por ejemplo, la carísima producción de electricidad mediante parques solares fotovoltaicos. Se creen que la transformación de la energía solar en eléctrica es igual aquí, en la superficie terrestre, que en la ISS (Estación Espacial Internacional), lo que indica que carecen de los mínimos conocimientos científicos.

Aquí, en Galicia, que se viene trabajando con el fitoplancton desde hace 40 años, no interesa esta extraordinaria fuente de energía. Las diatomeas, los dinoflagelados o las cianobacterias son seres invisibles para la clase política. Para esta clase no sólo son invisibles, son desconocidos e inexistentes. Ignora qué es la fotosíntesis y, lo que es peor, desconoce las deudas que los seres vivos tenemos con estos microorganismos desde hace miles de millones de años. Escuchan hablar de una marea roja y no saben de que va la cosa. Para ellos es, simplemente, perjudicial y punto.

Pensemos en el trato que se le da a la lengua. En el ámbito educativo es tan tercermundista, tan hortera y paleto, que resulta increíble. En los últimos años franquistas y primeros años demócratas, el gallego y el castellano eran las lenguas que empleaban los profesores siguiendo sus propios deseos y los de su alumnado. Esta situación, no regulada, conducía a que la gente amase ambas lenguas y dispusiese de una libertad de expresión incompatible con una democracia como la nuestra, de trayectoria retrógrada. Resultó urgente transmitir a los jóvenes que el pulpo no es más que un maldito polbo; que los riñones, fallaban mucho, era preciso cambiarlos por riles; y que los alisos, ya inexistentes, se cambiaban por ameneiros. Claro que, para conseguir esta revolución lingüística, era preciso someter al profesorado a una dictadura democrática señalando claramente qué materias y en qué cursos se impartirían en una u otra lengua. No es importante contar con un profesorado encantado de expresarse en la lengua que encuentra adecuada. No, lo interesante es disponer de una inspección que vigile el cumplimiento de las normas.

Algo similar tendrá que hacerse en los medios comerciales. Hasta hace poco, en estos ambientes, sólo funcionaba el sentido común: si un cliente habla en una u otra lengua, el vendedor se acerca a él empleando el mismo idioma. Esto, parece ser, resulta que es una humillación para el comerciante que, si de verdad es gallego, deberá expresarse y rotular en su único y auténtico idioma. ¿ Qué los resultados económicos no son muy positivos ? Eso no importa, lo interesante es la imposición de una lengua. Los exfuncionarios se comportan como lo que son: emprendedores empresarios.

Claro que debemos recordar algo insólito, típico de una solidaridad modélica que, supongo, terminarán imitando muchos países de pasado más democrático que el español pero que carecen de una visión progresista como la que caracteriza a nuestra clase política: todo funcionario que es nombrado para desarrollar una actividad política durante dos años adquiere un nivel que, si se ve obligado a retornar a su puesto, le permitirá tener unos ingresos, mientras se mantenga en activo, muy superiores a los de sus compañeros que no abandonaron el cargo. El nombramiento por un amigo o por un compañero de partido se traduce en un incremento de ingresos escandaloso, mientras se mantenga en activo. Claro, estos funcionarios que desarrollaron actividad política se encuentran a los 65 años con la posibilidad de jubilarse. ¿Lo harán? NO.
Renunciarían al sobresueldo derivado de su maravillosa actividad de, como mínimo, dos años. ¡ Qué buena es la amistad y qué importante el compañerismo político !
Analicemos un caso concreto, real: un portero de la delegación provincial de una consellería es nombrado asesor de un conselleiro. Ya ha superado los dos años de actividad asesora por lo que, si algún día regresa a la función para la que está preparado, mantendrá un agradecimiento inmenso al compañero político que lo nombró.

En el terrorífico franquismo no eran posibles estos maravillosos comportamientos compañeriles. Tampoco se lograron con Suarez ni con Leopoldo.
Menos mal que llegó FG con una visión solidaria adquirida, seguramente, durante su navegación en el Azor. El depredador Franco mataba peces en ese barco convirtiéndolos en pescado, como veíamos en los NODOs. Felipe, que no era antiecológico, simplemente meditaba. Así encontró distintas formas de favorecer algo urgente: el "compañerismo político". Lo ha dejado de modo que, cualquiera que sea el partido gobernante, encontrará adecuada la decisión. Vale para todos.

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